Un proyecto para que los niños aprendan técnicas de programación desde la temprana edad de seis años ha recibido uno de los premios Google RISE Awards 2015. La nueva plataforma, llamada Dr. Scratch, es obra de un grupo de investigación de desarrollo del pensamiento computacional de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

Según explica a la agencia SincGregorio Robles, profesor de esta universidad y director del grupo, se trata de una plataforma web que permite subir programas de Scratch, un lenguaje de programación visual orientado al aprendizaje de técnicas de programación para niños. «Esta herramienta permite valorar el trabajo de los alumnos, de manera que cada uno recibirá una evaluación global de sus capacidades de programación», destaca.

Los resultados que su grupo está obteniendo en las investigaciones realizadas con estudiantes de varios países y de distintas edades «indican que el aprendizaje temprano de la programación y el desarrollo del pensamiento computacional mejora el rendimiento escolar en disciplinas tan distintas como las matemáticas o los idiomas». Y lo mejor es que «la herramienta puede ser usada por niños de muy corta edad, pero lo ideal es que se utilice a partir de los seis años, ya que requiere conocimientos de matemáticas, aunque sean muy básicas».

Según explica Robles, eso sucede básicamente porque en computación se combinan las matemáticas, la lógica y los algoritmos. «Al programar realizas tareas en las que intervienen la abstracción, el modelado, el razonamiento y la resolución de problemas». Aunque la relación con los idiomas –agrega–, «aún está en fase de investigación, hemos notado dos ventajas en los alumnos que programan. Por un lado, entienden mejor la estructuración de la lengua con reglas lógicas. Y, por otra, al haber muchos materiales en inglés, experimentan de primera mano la importancia de aprenderlo».

La necesidad de aprender a programar desde edades tempranas se justifica, según Robles, porque nos movemos en un mundo cada vez más tecnológico. «Saber programar ayuda a entender ese mundo. Hay gente que dice que, en el futuro, o programas o te programan; es decir, que puedes ser alguien activo, capaz de moldear y participar en el futuro, o alguien que, por falta de conocimientos, solo puede adquirir un rol pasivo», recalca.

En su opinión, el objetivo principal de impulsar pensamiento computacional en la escuela «no es crear futuros profesionales de la programación, aunque se prevé que genere muchos puestos de trabajo. Aprender este lenguaje nos ayudar a entender el mundo tecnológico y a defendernos en él. Pero, además, cada vez hay más tareas que los humanos realizamos conjuntamente con ordenadores, y si sabemos cómo funcionan por dentro y somos capaces de transformar en tareas los problemas que queremos resolver, tendremos unas competencias muy importantes para el desarrollo personal y profesional». Robles añade que la programación es también una forma de expresión y de creatividad con la que los niños pueden crear sus propios juegos y programas en vez de ser solo usuarios de esa tecnología.

«No esperamos que todos los niños que aprenden a escribir se conviertan en novelistas, ni que todos los que estudian álgebra acaben siendo matemáticos; sin embargo, ambas son consideradas como habilidades fundamentales que todos los niños deben aprender. La programación informática también debería serlo», sentencia Hadi Partovi, cofundador de Code.org, una organización sin ánimo de lucro que promueve la enseñanza de código en las escuelas en EE UU.

FUENTE: abc.es